Un seguro de defensa jurídica o seguro de protección legal, es un seguro que te protege frente a cualquier problema legal que puedas tener.

Cualquier actividad de nuestro día a día, como hacer una compra por Internet, contratar un servicio, billete de avión, firmar un contrato laboral o defender los derechos como propietario pueden necesitar los servicios de un abogado capaz de proteger nuestros propios intereses en el caso que no se cumplan nuestros derechos.

Las pólizas de Defensa Jurídica salvaguardan el interés del asegurado ante los problemas con los que se pueda enfrentar. Las compañías de Defensa Jurídica se hacen cargo de los gastos que pueda tener a consecuencia de un procedimiento judicial, arbitral o administrativo. De esta manera, tiene el apoyo jurídico sin tener que hacer frente a los altos costes que este tipo de procesos suelen precisar: gastos del abogado, las tasas, las costas judiciales, el notario e incluso la fianza en procesos penales.

Algunas garantías son:

• Asesoramiento jurídico telefónico.
• Asistencia presencial, consejo y asesoramiento de un abogado especializado.
• Vigilancia en boletines oficiales y otros sistemas para localizar comunicaciones realizadas al asegurado.
• Documentos legales, como la redacción y revisión de contratos.
• Honorarios de los profesionales que intervengan en los procesos.
• Apelaciones, recursos y transacciones.
• Defensa y reclamación de herencias.
• Defensa civil y fianzas
• Suplantación de identidad.
• Gastos judiciales en materia de defensa penal, laboral, accidentes de tráfico, separación o divorcio, tributaria y de vivienda.